jueves, agosto 05, 2004

Sororidad

Para Sandra y quienes han tenido la valentía de llevar el oprobio y la violencia cotidianos contra la dignidad de las mujeres hasta los estrados judiciales, es un ejemplo digno de imitar en todas partes cuando tengamos conocimiento de hechos similares.
Desestructur los dispositivos de poder con los que la cultura continua minimizando la gravedad de la violencia sexual, es una tarea ética y política de gran envergadura para todas aquellas personas e instituciones públicas y privadas, especialmente para quienes consideramos que una verdadera democracia y un Estado Social de Derecho, debe integrar y garantizar a plenitud el respeto a la integridad, la libertad y la dignidad de las mujeres y las niñas.
Reciban mi voz de apoyo sororo.


Rocio Pineda Garcia.
Medellín.